
Bandage Dresses y su reinado del terror
Si viviste los 2000, seguro los recordás: los bandage dresses eran casi una tortura disfrazada de glamour. Aquellos vestidos ajustados que prometían "marcar la silueta" pero en realidad te dejaban sin aire.
Si viviste los 2000, seguro los recordás: los bandage dresses eran casi una tortura disfrazada de glamour. Aquellos vestidos ajustados que prometían "marcar la silueta" pero en realidad te dejaban sin aire.
La CFW se ganó un lugar protagónico no solo por la pasarela, sino por el mensaje: la moda del futuro no puede ser ajena a la responsabilidad ambiental y social.
Hay algo casi infantil —o peor, considerado frívolo— en colgar pequeños objetos de colores en nuestras mochilas, zapatos, carteras (o a esta altura, cualquier prenda). Pero hoy, esa práctica está en todos lados.
La moda no solo responde a tendencias globales: también refleja lo que somos, lo que creemos y lo que queremos contar.
La moda siempre fue mucho más que combinar prendas: es la forma más rápida (y divertida) de mostrarle al mundo cómo estás. Y en ese juego, el color tiene el papel principal.
En un mundo donde las tendencias cambian cada semana y el scroll constante impone velocidad, hay una contracorriente que está ganando fuerza: volver a valorar lo que permanece.
Lo que hoy es una prenda clave en nuestras vacaciones, fue, en su momento, una verdadera provocación.
La ropa deportiva ha evolucionado para convertirse en un símbolo de comodidad y estilo.
El boho chic es una de las estéticas más icónicas y atemporales en el mundo de la moda.
Es una expresión auténtica de identidad y creatividad que surge en las calles y no en las pasarelas.